Barón - Apuntes

Tunicados

No es mi intención enmendarle la plana a Punset en su envidiable actividad de divulgador científico, pero algo tendré que explicar aquí sobre los tunicados, para entender por qué hoy me han venido a mientes.

Se trata de animalitos marinos cubiertos por una como túnica de celulosa. Sólo tienen boca, faringe, estómago y el esfínter de expulsión (esto no deja de ser un eufemismo de mi propia cosecha). El cerebro, dichosos ellos, no lo necesitan, pues viven anclados en su sustrato y ahí se las den todas. Parece ser que el cerebro es una herramienta necesaria sólo para los seres que se mueven, pues necesitan interpretar el entorno, no sea que sean fagocitados antes de estrenarse ellos mismos fagocitando a otros. Los tunicados ni siquiera lo necesitan para reconocer a las "tunicadas", porque son hermafroditas y lanzan sus gametos al exterior y ahí los abandonan a su suerte para que se fecunden los unos a los otros, como Dios manda.

Pero los gametos que llegan a cigotos, esos sí necesitan su pizquita de cerebro y una colita para maniobrar. Los niños de los tunicados, pues, sí tienen colita (son urocordados) y una yemita que hace de cerebro (les permite reconocer la luz y huir de ella hasta el fondo marino) y, al mismo tiempo, de batería para una hora más o menos de duración. Es su hora. En ese tiempo tienen que encontrar un sitio en el que fijarse para siempre y, cuando lo encuentran, absorben su propio cerebro porque ya no lo necesitan. A partir de ahí, su vida consiste en aferrarse al asiento que les procura el alimento. ¿Qué tal? ¿A cuántos tunicados conoces tú?

Acabo de leer en los medios que Antonio Asunción vuelve a la política y se ha soltado el pelo acusando a sus colegas de preocuparse más por mantener el puesto que por la lucha política. Seguro que Asunción conoce a Punset y a una buena colonia de tunicados. Él ya dio muestras en su momento de no haberse fagocitado el cerebro. Suerte.

Sep 2010