Barón - Apuntes

Introducción

Cela es el inventor del Apunte Carpetovetónico, a la manera en que Leónidas Magaña, pintoresco personaje del Batiburrillo navarro (J.M. Iribarren), se anunciaba en sus tarjetas de visita como inventor de la aulética española o el arte de silbar. Es decir: uno se proclama a sí mismo inventor del melón con jamón, y, como si el mero auto-nombramiento equivaliera a la expedición de la patente, queda para siempre propietario de la invención.

En el caso de los apuntes citados pasa algo parecido, pero no: cierto que el apunte ni es privativo de Cela ni de la literatura; como género literario no es ninguna novedad, como él mismo dice: "En España (el apunte) es viejo como su misma literatura. ¿Qué eran, sino puro apunte carpetovetónico, aquellos versos de las «Coplas de la panadera»1, en los que el poeta nos narra el ímpetu ventoseador de aquel hidalgo o clérigo toledano que

pedos tan grandes tiraba
que se oían en Talavera.

Pero, cierto también, los apuntes de Cela tienen la virtud de la calidad por un lado y por el otro la circunscripción del área geográfica en la que se mueven. La Carpetovetonia, él se la pateó de cabo a rabo, y en lo tocante a la calidad está respaldada por una equilibrada aleación de humor, ternura, horror, desenfado verbal y léxico escatológico (éste que no falte). Con una particularidad, lo dice en el Prólogo de la edición de 1999 que salió con el título El gallego y su cuadrilla: "a diferencia del artículo, (el apunte) no nace ni muere, sino que, simplemente, brota y desaparece, igual que un venero de agua clara". Y también: "al apunte carpetovetónico le viene ancha, por innecesaria, toda posible articulación; puede ser rígido como un palo y no precisa articularse en pos de demostrar ni esto, ni aquello, ni aquello otro".

Y éstos son los argumentos que han animado al Barón a abrir una sección destinada a sus propios apuntes desarticulados (desvertebrados en términos orteguianos y descerebrados en términos más precisos), que no ha de verse auto-limitada con orejeras carpetovetónicas, sino abierta ecuménicamente a la gran diversidad que nos brinda el fresco y reconfortante colorido de un buen tutti frutti.

1    Composición satírica del s. XV que relata la batalla de Olmedo y no deja bien parado ni al mismísimo Juan II de Castilla