Barón - Apócrifos

La Sociedad Fabiana

Quinto Fabio Máximo, que vivió en el s.III a. de C. dio, veintitrés siglos después, nombre a la Sociedad Fabiana y puede que se lo preste también un día de éstos a Mariano Rajoy. El personaje es interesante y merece que le abra un espacio en este marco o incluso que lo traslade algún día al retablo principal.

El caso es que aquellos días pintaban bastos para Roma y el Senado empezaba a estar acoxonatus. Aníbal no sólo había osado cruzar el Ebro, frontera que su cuñado Asdrúbal había reconocido a los romanos, sino que, con la marcha que llevaba, los Pirineos fueron como un puerto de segunda para Induráin. Los Alpes le pasaron factura, pero la pagó principalmente con una buena parte de su bidón de elefantes, que allí quedó. La bajada de los Alpes fue coser y cantar. Escipión, que lo perseguía desde Hispania, perdió rueda y en los Alpes le entró la pájara. Atajó hasta Italia en barcos-escoba y se prometió darle caza en la Galia Cisalpina, terreno más llano y favorable para sus rodadores. Pero Aníbal lo esperó y nada más dejarse alcanzar, pegó otro tirón y le ganó la importante etapa de Tesino. El sponsor bramó y mandó otro equipo más nutrido, pero de nuevo Aníbal se llevó de calle las etapas de Trebia y Trasimeno, y no dejó a los romanos ni las metas volantes. Al Senado ya no le llegaba el maillot al culott(e) y nombraron a Fabio dictator, que es lo que hacían siempre cuando les entraba "la pájara" y se veían en apuros.

Fabio ni siquiera saludó a Aníbal cuando se incorporó a la contienda, y enseguida se puso a mortificarlo mediante una estrategia de desgaste. Lo atacaba por los flancos, por la retaguardia, bocadito de monja por aquí, demarrage por allá, nunca de frente, nunca esprintaba. Esto le produjo a Aníbal un fuerte sarpullido por la zona del sillín. El del equipo Cartago lo buscaba ya para la última contrarreloj, pero Fabio eludía la confrontación, lo que le valió el sobrenombre de Cunctator, que en un primer momento tuvo una acepción favorable, algo así como El contemporizador, pero que poco a poco, el pópulo empezó a interpretar como El Irresoluto o El Dubitativo. y , si quieres, El Caguetas

El sponsor del equipo Roma quería más garra, más espectáculo; no aguantó la presión de los medios y destituyó a Fabio Cunctator, contratando a Varrón. Éste entró al trapo de Aníbal a la primera de cambio y perdió estrepitosamente la etapa de Cannas. Aquellas cuatro etapas púnicas (en este caso, de punio, is, ire = castigar) quedaron para los anales de las magnas competiciones, y todos los españoles las podemos recitar de carrerilla porque así lo hacemos con gran placer desde entonces en todas la ikastolas de Hispania: Tesino, Trebia, Trasimeno y Cannas.

Fabio quedó para siempre como sinónimo de prudencia, de método lateral, de estrategia de desgaste. Fabiano representa el cambio gradual y pacífico de la evolución frente a la crispación de la revolución. La Sociedad Fabiana fue auspiciada a finales del s.XIX por socialistas mansurrones que se desviaron de la ortodoxia marxista y dijeron que poco a poco hila la vieja el copo (eso los que hablaban español (versión mejicana: grano a grano llena la gallina el buche), que los italianos inventaron lo de chi va piano va lontano; etc...

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