Socialismo - 28 marzo 2013
B —¡Hombre, sabandija de las
tinieblas! ¿Qué te trae por estas alturas del castillo?
S —Sé que estuviste con tus amigotes celebrando no
sé qué al pie de San Donato. Sois insoportables; la menor excusa
es buena para sentaros al plato. Además, esta vez las llevasteis
a ellas, y eso es mezclar churras con merinas.
B —Pues resultó que todos éramos merinos y nos
divertimos como caballeros. Gracias a que nos dispensaste de tu
presencia, nadie lloró ni hubo lamentaciones.
S —Allá vosotros, insensatos. Aunque parezca juego
de palabras, la ligereza hunde al hombre.
B —Tú sí que hundes a la humanidad. Venga, vamos al
grano; ¿qué te ha sacado de tu guarida?
S —Sé que Obama estuvo con vosotros y que le
quitaron la capa de socialismo con que se envuelve. También sé
que mascullaste un I'll come back, al estilo McArthur, lo cual
será una barbaridad por tu parte.
B —Una barbaridad es que tú estés aquí y yo
escuchándote, paramecio cerebral. Estoy en mi derecho -mi
castillo es mi derecho- de acusar a Obama de socialista con jeta
humana y de advertir a mis amigos sobre los males del socialismo
moderno.
S —Pero tú no estás capacitado para algo así, Barón
de la Sinsustancia. No se puede abordar el tema del socialismo
sin discutir antes cosas serias, las bases; algo para lo que tú
no estás preparado.
B —¿Te parece poco serio que el estado se lleve la
mitad de lo que los individuos producen? ¿Te parece poco serio
rebatir la idea de que el estado sabe mejor que el individuo lo
que le conviene? ¿Te parece poco serio desenmascarar el engaño
general de que los impuestos canalizan el dinero hacia donde se
necesita? Pues eso es de lo que quiero hablar.
S —Claro que es poco serio ponerse a hablar a lo
Barón, sin poner antes los cimientos de las ideas. Eres como un
tambor hueco que...
B —Quieto ahí, alfeñique insolente, o te ensarto
como a una gamba. Deja en paz a San Pablo. Las ideas las tengo
muy claras. Yo soy más importante que los demás. Estoy de
acuerdo con Omar Jayyam, que compuso tantos poemas al vino, a las
mujeres y a la buena mesa. El que dijo aquello de que "el día
que yo muera... el mundo habrá de dejado de ser..."
S —Ese es tu problema y de paso el nuestro, de
la sociedad. El individuo no es nada sin ella. Tienes que leer a
Marx o al menos a Durkheim para comprender el papel preeminente
de la sociedad sobre el individuo. El mismo Aristóteles definió
al hombr..
B —Pues tú tienes que leer a Thomas Hobbes, a Adam
Smith y a Max Weber como mínimo. Así te enterarás de que la
sociedad (un conjunto de normas) es un producto del individuo
para ordenar el campo de batalla.
S —La sociedad hace posible al hombre. Sin ella el
hombre no habría pasado de bípedo implume.
B —El hombre es quien genera la sociedad con pactos
y normas. La sociedad no es tangible, el hombre sí.
S —La sociedad es una estructura normativa que forma
parte del reino espiritual. Tiene vida y naturaleza propias.
B —Y un cuerno.
S —Se ve que no das para más. Pobre barón de
Pacotilla.
B —Pues vuelve a tu mazmorra a vivir en sociedad.
S —¡MANCHESTERIANO!
B —¡COMUNISTA!