El cero - 15 enero 2014
B —¿Qué pasa contigo, pigmeo, tú por estas las mis almenas sin haberte yo dado vela?
S —Deambulando, me he perdido.
B —¿Tú perdido? Ya. Venga desembucha. ¿Qué te preocupa que te he hecho salir de tu madriguera?
S —Ese amigote tuyo que vive en Madrid y trabaja en Lepuzain.
B —¿Quién? ¿El rey del número primo?
S —Pues será, porque, menuda embolada me ha metido.
B —¿Qué te ha hecho, hombre, cuéntame? Algo fuerte será para dejarte lívido como estás. Tampoco es que me extrañe, porque de chaval disfrutaba atormentando sabandijas. Así que sigue igual que entonces.
S —Sabandija tu madre, ignaro espadachín.
B —Sí, yo ignaro, pero tú vienes a buscarme cuando estás en apuros. A ver, qué te ha hecho Javier.
S —Pues como piensa que soy un pensador irredento, me hace partícipe de una gran preocupación que tiene por los números.
B —¿Por los números? ¡Qué dices! Se referirá a los números rojos de la cuenta del banco.
S —¡Qué va! Por los números en general, por todos. Bueno, en especial por el cero, que lo trae loco estos días. Dice que le extraña que tardaran tanto los babilonios en inventarlo.
B —¡Dios! qué preocupación, me dejas temblando. ¿Y cuándo dice que lo inventaron?
S —En el siglo III aC.
B —¡Qué dices! Si para entonces ya había calculadoras de bulbos. Bueno, eran de nabos, pero fueron precursoras de las de bulbos. Pues dile que espabile, que yo, hace años, haciendo un movimiento envolvente a los jenízaros, pasé unos días en Egipto y tuve conocimiento de lo que hoy se conoce como ·el papiro Boulaq 18", que a mí, ni me va ni me viene, pero me acuerdo de lo principal.
S —¿Un papiro?
B —Sí, alma de cántaro, un papiro. Lo descubrió en 1860 un amigo mío, Francois Augste Ferdinand Mariette, un gran egiptógo, todo un señor.
S —Ya. Pero si era de 1860, los babilonios...
B —¡Qué babilonios ni qué gaitas! En 1860 lo descubrió, pero el papiro Boulaq 18 data de 1700 aC y está escrito en hierático.
S —Pero si los egipcios escribían en jeroglífico.
B —Eres burro, Segismundo. Se nota que no has viajado. El jeroglífico lo usaban para escribir sobre piedra, pero sobre papiro usaban cálamos y signos más ligeros, más estilizados. Lo usaban para documentos religiosos y...¡contables!
S —...¿?
B —Te cuento: Boulaq 18 es un documento contable. El Jefe, un tal Sobekhotep, subió a Tebas a ver cómo iban las obras de un templo que le estaba haciendo a su propio Jefe, el dios Montu. Hubo procesión y luego fiesta, como ahora. Y el papiro recoge los gastos de la visita. Si fueses contable te gustaría ver de qué forma tan ingeniosa a base de matrices llevaban la contabilidad. Cualquier día te lo cuento, pero hoy me has pillado con prisa y solo te diré lo del cero, para que se lo pases al de Lepuzain. En concreto: en ese papiro, el escriba usa el signo hierático nfr para plasmar el resto cero de una sustracción.
S —Me dejas atónito.
B —Te dejo atontao, que no es lo mismo. Anda por ahí a pintar nfrs hieráticos a tu cueva, y a llamar ignaro espadachín a tu abuelo.
S —¡Mentiroso!
B —Y mañana vienes por más, ínfimo.