Barón - Poesía

Sonetos para un fatalismo

Estos tres sonetos pueden leerse aislados, pero se entienden mejor en su contexto, dentro de una presentación que los explica.

¿Matar mi libertad?

  Que mi naturaleza me permita
superar el dictado del instinto,
del ente bruto me hace un ser distinto,
y al uso de mi libertad me incita.

  Mas en cada elección, por ley no escrita,
de todos mis futuros el precinto
rasgo, y me enmaraña un laberinto
en el que la renuncia es infinita.

  Y si mi libre condición traiciono
sometiéndome a ajena voluntad,
creo huir, pero nada soluciono:

cada instante me obliga sin piedad
a seguir decidiendo mi abandono,
¡pues no puedo matar mi libertad!.

-ooOoo-

Desnudo y desvalido

¿Por qué nazco desnudo y desvalido?
¿Por qué el dolor desvela su presencia
y me obliga a sentir la prepotencia
de que él ya me ha ganado y yo he perdido?

  El dolor, acechando, y escondido;
el pavor, en el hombre, y en su urgencia
de evitar tan despótica sentencia
o darse finalmente por vencido.

  ¿Por qué esta indefensión envilecida?
¿Por qué un destino oscuro de tortura,
siempre expuesto a cualquier acometida?.

  ¿Por qué un virus que escapa a su clausura
derriba los adobes de mi vida
y me deja desnudo en la llanura?

-ooOoo-

Íntima oquedad

¡Qué urgente se revela a mi conciencia
el grito de esta íntima oquedad,
que reclama sus cuotas de verdad,
de belleza y bondad con vehemencia!

¿Pudiera ser que algún día la ciencia,
con sus remedios para la ansiedad,
llegara a desvelar mi otra mitad
ésa que queda oculta a mi existencia?

¿O tendré que aceptar lo que pregona
la fe por tanta gente compartida,
que a tantas almas calma y emociona?.

¿Aceptar la sentencia conocida
del santo pecador de Hipona,
y al reposo esperarlo en otra vida?

Cizur Menor, mayo 2020